En tecnología, cuando se diseña una máquina, lo más normal es que esté movida por un motor, que tiene un movimiento circular, pero a veces no es ese el tipo de movimiento que necesitamos. En ese caso habrá que poner algo que cambie el tipo de movimiento. Por ejemplo en una grúa, nuestra intención suele ser poder levantar (con un movimiento lineal) un peso, para lo que disponemos de un motor con movimiento circular. No podemos unir directamente el peso al motor, porque entonces giraría en lugar de elevarse; pero sí podemos enrollar el cable de la grúa en un tambor movido por el motor. Ese elemento será uno de los que estudiaremos en este tema.
En otras ocasiones nos encontramos que tenemos que aumentar la fuerza de la máquina para que realice correctamente su función. Por ejemplo, en el caso de la grúa nos interesa elevar la mayor cantidad posible de peso. En este caso también tendremos que poner algo que aumente la fuerza, como por ejemplo un sistema de desmultiplicación hecho con engranajes. En este tema también estudiaremos varios operadores capaces de resolver este problema.
Hemos usado la palabra “operador”. En tecnología la usamos para referirnos a una solución tecnológica que resuelve un problema elemental. Cuando se intenta resolver un problema complejo es bueno dividirlo en problemas más simples. Las soluciones a los problemas más simples las llamamos operadores. Problemas muy diferentes pueden tener partes similares que se resuelvan con el mismo tipo de operador. Observarás que en las máquinas que construyas en la asignatura de tecnología, aunque su función sea muy diferente, es frecuente que haya partes similares, los operadores, que resuelven una parte similar dentro del problema.
El presente tema trata sobre los mecanismos de transformación de movimientos, que son los operadores capaces de cambiar los tipos de movimiento y las fuerzas en el interior de las máquinas.
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