Los mecanismos tienen una entrada y una salida. Aplicamos un movimiento con una fuerza en la entrada y obtenemos otros en la salida. Tanto movimientos como fuerza de entrada y salida pueden ser iguales o diferentes, tanto en tipo como en cantidad.
Cuando la cantidad de movimiento que hay en la entrada y en la salida son diferentes, las fuerzas se transforman. Siempre nos vamos a encontrar que en la parte del mecanismo que hay más movimiento hay menos fuerza y en la que hay menos movimiento hay más fuerza.
Cuando valoremos un mecanismo, una de las cosas que nos vamos a preguntar será si aumenta o no la fuerza. Para saberlo tenemos que ver si se mueve lo mismo la entrada que la salida, en el caso de que sea diferente, habrá más fuerza en la parte que se mueve menos. Incluso se pueden hacer cálculos, porque existe una ley general que relaciona el movimiento con la fuerza en los mecanismos:
movimiento x fuerza (en la entrada)=movimiento x fuerza (en la salida)
Esta ley general a veces toma una forma u otra dependiendo del mecanismo en cuestión.
Otro concepto que nos plantearemos en todos los mecanismos es su reversibilidad. Los mecanismos pueden ser reversibles o irreversibles. En los reversibles podemos intercambiar entrada y salida, es decir, aplicar la fuerza y el movimiento en lo que era la salida y obtener los resultantes en lo que era la entrada. En los irreversibles esto no es posible.
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